Esta operación se realiza para cambiar la forma de la garganta con el fín de mejorar el habla. La operación evitará que una cantidad excesiva de aire salga por la nariz. Si la nariz no se cierra cuando hablamos, el aire pasa a la cavidad nasal. El habla se vuelve tonalmente nasal cuando el aire que se debería usar para hacer sonidos en la boca escapa por la nariz.
Esta operación también puede preparar el terreno para que la terapia mejore los sonidos.
Una pequeña proporción de niños que tienen su paladar hendido reparado durante la infancia pueden necesitar una faringoplastia para mejorar el habla.
Otros niños que no tienen hendiduras, o con hendidura interna o niños que tienen un paladar pequeño, o los que no lo mueven muy bien, pueden también beneficiarse de esta operación.
Hay muchos y diferentes tipos de faringoplastias, y el cirujano eligirá la mejor para el problema del niño. El cirujano puede usar radiografías mòviles del paladar y garganta o una endoscopia (un pequeño telescopio) pasado a través de la nariz para ver el paladar antes que él / ella decida qué tipo de faringoplastia usar.
Se debe recordar que básicamente, sea cual fuere el procedimiento que se use, la operación cambia la forma de la garganta para ayudar a hablar.